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miércoles, junio 29, 2005

Los Bailes Cataos o Fandangos de lenguas



LOS BAILES CANTAOS O FANDANGOS DE LENGUA
Silvio Daza Rosales
Manifestaciones del lenguaje de las poblaciones negras y Zambas en una amplia zona de la región Momposina, del Magdalena Medio y el caribe colombiano, específicamente en la bahía de Cartagena y pueblos circunvecinos al darle forma, al musicalizar los sucesos del diario vivir, coloreaban sus historias con picardía. La oralidad era la otra musicalidad de la palabra; las ritmadas voces femeninas se hacían acompañar de palmoteo, y a veces, de unas tablitas o gallitos que le daban un mayor acento en el golpeteo, se organizaban de manera circular. La voz prima estaba a cargo de la mujer de mayor edad. Con el paso del tiempo, se agregaría al conjunto de mujeres ancianas dos hombres acompañados de tambores: macho y hembra. Los bailes cantaos o fandangos de lenguas perviven en la memoria y voces de las personas mayores, estas expresiones musicales y danzarias se encuentran en las poblaciones negras, mulatas y Zambas del Caribe colombiano, y la depresión momposina y el Magdalena Medio y que se extiende hasta El Urabá antioqueño, sin desconocer que son manifestaciones culturales del sustrato africano y sus transformaciones ya mestizadas de dichos cantos o sones de negros como se conoce en la zona del Canal del Dique.
La geografía costeña y ribereña permite mostrar un complejo rítmico de acuerdo con la población que la realiza le imprime unos toques diferenciales, la manera de cantar y las formas de bailar acentúan las variantes rítmicas, y por supuesto, las maneras diversas de sus nombres. Las 16 variantes rítmicas de los de los bailes cantaos o fandangos de lengua son : Bullerengue, lumbalú, chalupa, zambapalo, rosario cantao (chuana)( ), tuna, fandanguito( ), (fandango cantao), pajarito, son de negro, congo (brincao), tambora( ), chandé, berroche, guacherna, mapalé (modalidad diferente al mapalé tradicional, lo que supone el toque de currulao que hablara el General Joaquín Posada Gutiérrez) y son corrido que bien puede ser la fusión de los tambores: llamador y alegre con la gaitas: macho y hembra, que en San Jacinto (Bolívar) y Ovejas (Sucre) se conoce como gaita corrida y es de carácter instrumental. Pero, el son corrido que se alude es cercano su atmósfera al aire de puya y su texto está sustentado con versos de controversia.
El musicólogo barranquillero Guillermo Carbó plantea la posibilidad de las variantes rítmicas de las bailes cantaos o fandangos de lengua: tambora, berroche, guacherna, chandé, brincao, tuna, pajarito..., de la depresión momposina y el magdalena medio estén influenciadas por el baile, la melodía del canto y por el significado mismo del texto. El investigador musical busca ante todo distinguir estos ritmos de otros de la región. La clasificación hecha por Carbó concuerda con la diversidad rítmica de los fandangos de lenguas o bailes cantaos de la bahía de Cartagena ( ).
Con respecto a la tambora Carbó dice:“Desde el primer momento en que se escucha esta música y tal como nos lo demuestran las transcripciones, se percibe la constante repetición de ciertos toques, propios de los diferentes percusionistas. El toque es una fórmula rítmica que se repite un gran número de veces en un fragmento de música dado y constituye uno de sus rasgos característicos más importantes. Esta fórmula de base se superpone a los demás toques de los distintos instrumentos, creando una -capa o fondo rítmico continuo- de donde surgen variaciones e improvisaciones. Así, cada tamborero y por consiguiente cada agrupación instrumental tiene su manera de interpretar los diferentes toques propios a los distintos ritmos de la región; sin embargo, siempre hay un toque más o menos preciso para cada instrumento de percusión en un ritmo dado. Igualmente, el ritmo de tambora tiene toques que se repiten constantemente creando ‘esa capa continua’ particular a él y que permite reconocerlo como tal.(...) Es a partir de los toques que se obtendrán los módulos rítmicos que permitirán definir y distinguir los ritmos interpretados por los grupos de tambora. El módulo rítmico es una síntesis a la cual se llega por medio de una audición de los diferentes toques de los instrumentos de percusión; estos se reagrupan en una sola línea rítmica y descriptiva con las distinciones tímbricas, sirviendo como modelo para discernir lo que constituye la base de la composición de un ritmo dado”( ).
La investigación de campo realizada por Carbó se convierte en el trabajo más riguroso, contundente y consistente en esclarecer la historiografía musical de la región costeña, y ribereña fundamentando su trabajo con las diversidades rítmicas de la tambora, que de cierta forma nos aproxima a los componentes rítmicos-melódicos y tímbricos de los llamados bailes cantaos o fandangos de lenguas.

3 comentarios:

  1. Buenos días. Me llamo Christian y pertenezco a la Asociación Cultural Pereira, Café y Folclore, de Pereira, Risaralda. Me pareció bastante interesante la historia y el concepto que nos muestras aquí. A raíz de tu blog, me surgió una inquietud, y es ¿se llama fandango de lenguas a todos los bailes cantaos (bullerengues, tamboras, chandé, pajaritos...), o hay uno específico que se llame fandango de lenguas, y se interprete tanto musical como dancísticamente diferente al resto? Agradecería tu respuesta, en cjnino93@gmail.com, o pereiracafeyfolclore@hotmail.com

    Espero que sigamos en contacto!

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    1. Anónimo7:57 a.m.

      si existe un fandango lengua o Mapalé negro eso es de acuerdo al estilo se dió en bolivar y en el Pacífico

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  2. Anónimo10:24 p.m.

    excelente me ilustro y sirvió mucho pues estoy elaborando mi tesis me dio muchas referencias de los ritmos y aclaro varias dudas que tenia muy bueno e aporte muchas gracias.. :)

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