Por: Diógenes Armando Pino Avila
Silvio Fernando Daza Rosales, muy deferentemente me envió aquí en La Jagua de Ibírico en el Departamento de El Cesar, un ejemplar del libro: ”LA MEMORIA DEL AGUA: BAILES CANTAOS NAVEGAN POR LA MAGDALENA”. Esfuerzo intelectual e investigativo de SILVIO FERNANDO DAZA ROSALES y ENRIQUE LUIS MUÑOZ VÉLEZ. Cartageneros de nacimiento, ambos.
El primero: Investigador musical, Músico, Gestor cultural del Magdalena Medio, Biólogo, Docente de la Universidad de La Paz en Barrancabermeja. Fundador del Grupo de Gaitas Lumbalú de Bucaramanga.
El segundo: Investigador Musical, Gestor Cultural, Filósofo. Docente de la Escuela de Verano, Universidad Tecnológica de Bolívar, Miembro fundador del Instituto Internacional de Estudios del Caribe.
Sobre el libro, les cuento, es una lectura exquisita, digna de ser degustada y saboreada con calma, para adentrarnos al mundo de los “Bailes Cantaos”, y enterarnos de una fuente interesante los intríngulis del sincretismo racial, la historia del río Grande de la Magdalena como camino de la cultura hacia el interior del país.
También es tocado el tema de la Región, en concreto el de la Depresión Momposina y el Magdalena Medio y se busca los orígenes de nuestra música y simbología. Se hace un repaso de La Tambora, El Mapalé y otros sones de negros.
Transcribo un fragmento:
ESTUDIOS CULTURALES.
La música es quizás una de las mayores construcciones del espíritu humano que trasciende todas las esferas, gracias a los colectivos sociales que participan en ella: músicos y espectadores en plena comunión entre oído, vista y cuerpo, Y toda la parafernalia instrumental que en conjunto hacen la música.
En ese orden de idea la música posibilita los estudios culturales y con ellos los imaginarios sociales que permiten la comprensión de un territorio, sus gentes y maneras de pensar desde la antropología, la sociología, la economía, la historia y el arte con sus diferentes lenguajes.
Entendiendo la cultura como hechos dinámicos y registro vivo de los pueblos ya sea en el plano material o espiritual; la cultura musical responde desde su hacer a un hecho material y desde su inventiva la más pura abstracción hasta socializarse como evento plural que las personas tanto en lo singular como en conjunto convierten en patrimonio intangible. A manera de sistesis, puede decirse que, la cultura es un agregado humano que las colectividades incorporan a la naturaleza como un bien complejo digno de ser pensado y estudiado.
En este caso particular, las variantes rítmicas de los bailes cantaos, que de alguna manera ayudan a comprender el ethos del Caribe colombiano, su manera de ser, la personalidad de sus actores como sujetos históricos y sociales, a fin de cuenta, la música posibilita una forma compleja de conocer a las sociedades humanas y sus practicas culturales y simbólicas.
Los bailes cantaos connotan geografía, historias, economías, toques y estilos de ejecución en la manera de hacer música, de cantarla, de bailarla como un componente complejo de multietnicidad e interculturalidad.
Los estudios culturales al privilegiar la música pone en escena un arte eminentemente personal, el más personal de todos. También la tradición nos evoca el pasado, para ser pensado desde un hoy; y la modernidad supone cambios sustanciales, usos y consumos culturales que en la música se viabiliza y más aún se oidiza u oidita y se hace conciencia en la definición de la memoria histórica en la lucha de la permanencia, transformaciones, cambios y desaparición si no se dan las manifestaciones artísticas que operan como grupo de proyección.
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Esto y mucho más encontrarás en este libro, vale la pena leerlo.
ME PARECE MUY INTERESANTE, LA VERDAD QUISIERA ADQUIRIRLO Y NO SE COMO, ME PRODRIA AYUDAR MAESTRO, ES RICO SABER QUE HAY PERSONAS QUE ESTAN ENCAMINDADS AL RESCATE CULTURAL TRADICIONAL DE NUESTRA MYOR RIQUEZA, EL BAILE CANTAO, GRCACIAS.
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